5 soluciones para garantizar al bebé un sueño de calidad
Acostar al bebé boca arriba
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la mejor posición para acostar a los niños de menos de un año es boca arriba. Gracias a esta posición, recomendada en numerosas campañas de prevención a principios de los años 90, se ha podido reducir de forma drástica (en un 76 %) el número de muertes súbitas entre los lactantes. Sin embargo, también puede implicar ciertos efectos negativos (sobre todo el síndrome de la cabeza plana) que podéis prevenir si estáis bien equipados (¡con un reposacabezas!).
Crear un espacio de sueño reconfortante
El bebé ha pasado 9 meses en el vientre de la madre, por lo que puede agobiarse rápidamente en el nuevo entorno. Por esa razón, en el caso de los recién nacidos, que duermen alrededor de 20 horas al día, es importante crear un entorno más acogedor y más cómodo que les tranquilice (con reductores de cama, reposacabezas, colchones ergonómicos...) y les evoque sus primeras semanas de vida.
Inclinar al bebé
Regurgitaciones, congestión nasal, respiración dificultosa... Hay muchas molestias que pueden perturbar a veces el sueño del bebé. ¿Qué es lo que hay que hacer? Inclinar al bebé para que esté lo más cómodo posible. Los profesionales de la salud recomiendan en estos casos una inclinación de 15°.
Seguir una rutina a la hora de acostarse
A partir de los 3 o 4 meses, el hecho de establecer una rutina y una hora regular para acostarse ayuda al bebé a integrar los mecanismos del sueño y habituarse a ellos. Un bebé tranquilo es un bebé que se dormirá fácilmente y en calma."
Reconfortar al bebé durante los paseos
Un bebé puede viajar desde las 3 semanas, pero debe estar tranquilo y en calma. Los artículos para salir de casa (cojines morfológicos, reposacabezas portátiles...) deben estar adaptados para garantizar la serenidad y la comodidad del bebé en todo momento (la tumbona, el balancín, el carro e incluso la silla del coche). No obstante, es necesario variar la postura del bebé.